En una escucha del podcast ‘Cracks’ sobre creatividad y mercadotecnia, el publicista mexicano Pico Covarrubias le mencionó al conductor (Oso Trava) respecto a cómo la filosofía de ‘Los Cuatro Acuerdos’ y cómo le ha servido para la administración del staff de su agencia de mercadotecnia.
‘Los Cuatro Acuerdos’ vienen del libro homónimo del escritor mexicano Miguel Ángel Ruiz, resultado de sus investigaciones en filosofía tolteca y prehispánica en América Latina. El best seller, aunque pareciera partir de una idea que poco tiene que ver con negocios o emprendimiento, ha sido adoptado como guía para varios consultores de empresas a nivel organizacional.
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Leemos lo siguiente, vía la revista Entrepeneur:
¿Para qué pueden ser útiles Los Cuatro Acuerdos en la oficina? Para comunicarte mejor, aprender a entender a los demás, gestionar tus emociones, entrenarte en dominar tus impulsos y lograr un mejor nivel de excelencia laboral.
Son los siguientes:
- Sé impecable con tus palabras
- No tomes nada como personal
- No adivines ni supongas
- Haz siempre lo máximo, lo mejor que puedas.
En la entrevista que mencionamos en el primer párrafo con el publicista Covarrubias, destaca que si hay un punto angular en esta filosofía sería el de No tomes nada personal.
Vamos acuerdo por acuerdo para un vistazo general (Vía Action Coach)
1. No tomes nada personal
«Incluso cuando una situación parece muy personal, por ejemplo cuando alguien te insulta directamente, eso no tiene nada que ver contigo. Lo que esa persona dice, lo que hace y las opiniones que expresa responden a los acuerdos que ha establecido en su propia mente.
No te tomes nada personalmente porque, si lo haces, te expones a sufrir por nada. Los seres humanos somos adictos al sufrimiento en diferentes niveles y distintos grados; nos apoyamos los unos a los otros para mantener esta adicción. Hemos acordado ayudarnos mutuamente a sufrir»
2. No hacer suposiciones
El funcionamiento de la mente humana es muy interesante. Necesitamos justificarlo, explicarlo y comprenderlo todo para sentirnos seguros. Tenemos millones de preguntas que precisan respuesta porque hay muchas cosas que la mente racional es incapaz de explicar. No importa si la respuesta es correcta o no; por sí sola, bastará para que nos sintamos seguros. Esta es la razón por la cual hacemos suposiciones.
La manera de evitar las suposiciones es preguntar. Asegúrate de que las cosas te queden claras. Si no comprendes alguna, ten el valor de preguntar hasta clarificarlo todo lo posible, e incluso entonces, no supongas que lo sabes todo sobre esa situación en particular. Una vez escuches la respuesta, no tendrás que hacer suposiciones porque sabrás la verdad.
Asimismo, encuentra tu voz para preguntar lo que quieres. Todo el mundo tiene derecho a contestarte «sí» o «no», pero tú siempre tendrás derecho a preguntar. Del mismo modo, todo el mundo tiene derecho a preguntarte y tú tienes derecho a contestar «sí» o «no».
Si no entiendes algo, en lugar de hacer una suposición, es mejor que preguntes y que seas claro. El día que dejes de hacer suposiciones, te comunicarás con habilidad y claridad, libre de veneno emocional. Cuando ya no hagas suposiciones, tus palabras se volverán impecables.
3. Sé impecable con tus palabras
Ser impecable con tus palabras significa utilizar tu energía correctamente, en la dirección de la verdad y del amor por ti mismo. Si llegas a un acuerdo contigo para ser impecable con tus palabras, eso bastará para que la verdad se manifieste a través de ti y limpie todo el veneno emocional que hay en tu interior. Pero llegar a este acuerdo es difícil, porque hemos aprendido a hacer precisamente todo lo contrario. Hemos aprendido a hacer de la mentira un hábito al comunicarnos con los demás, y aún más importante, al hablar con nosotros mismos. No somos impecables con nuestras palabras.
La impecabilidad de tus palabras también te proporcionará inmunidad frente a cualquier persona que te lance un hechizo. Solamente recibirás una idea negativa si tu mente es un campo fértil para ella.
Puedes medir la impecabilidad de tus palabras a partir de tu nivel de autoestima. La cantidad de amor que sientes por ti es directamente proporcional a la calidad e integridad de tus palabras. Cuando eres impecable con tus palabras, te sientes bien, eres feliz y estás en paz.
4. ¡Máximo esfuerzo!
Independientemente del resultado, sigue haciendo siempre tu máximo esfuerzo, ni más ni menos. Sí intentas esforzarte demasiado para hacer más de lo que puedes, gastarás más energía de la necesaria, y al final tu rendimiento no será suficiente. Cuando te excedes, agotas tu cuerpo y vas contra ti, y por consiguiente te resulta más difícil alcanzar tus objetivos. Por otro lado, si haces menos de lo que puedes hacer, te sometes a ti mismo a frustraciones, juicios, culpas y reproches.
Si no esperas una recompensa, es posible que incluso llegues a conseguir más de lo que hubieses imaginado. Si nos gusta lo que hacemos y si siempre hacemos nuestro máximo esfuerzo, entonces disfrutamos realmente de nuestra vida. Nos divertimos, no nos aburrimos y no nos sentimos frustrados.
Puedes leer más del tema en el post completo de Action Coach y en la revista Entrepeneur.
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