Resulta que los e-scooters no son tan buenos para el medio ambiente como se pensaba, por su naturaleza de ser compartidos (vía apps como Lime, Bird y Jump) y el reemplazo que dan al tener un auto o bien el hecho de pedir un Uber a la menor provocación.
En el MIT Techonology Review leemos que los e-scooters más comunes (aquellos basados en el modelo Xiaomi reciente) provocan más emisiones nocivas que los autos. ¿Cómo es posible eso?
- Hay que considerar sus materiales de construcción, que son metales tanto para el cuerpo como para los circuitos integrados.
- Obtener estos metales conlleva un gasto considerable de energía en minas.
- A la hora de circular, su vida óptima es de dos años pero es común que queden inservibles a los pocos meses debido al trato que les dan los usuarios (caídas, descargas totales, vandalismo). Es decir: no están hechos para uso rudo.
- Se considera también la contaminación generada por aquellos vehículos (propiedad de Lime, Bird o Jump) que se encargan de recoger los scooters en ciudades como Venice Beach, o las emisiones de los vehículos de las personas que decidieron autoemplearse para recuperar los scooters.
Es así como la producción, uso y mantenimiento de un scooter afecta más al planeta Tierra que usar automóvil en la misma situación.
Más información en el sitio del MIT
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