El Apple Watch, que hace tan sólo unos años inauguró una línea totalmente nueva de productos para Apple, no ha logrado posicionarse como un artículo fashion o un favorito de los consumidores de lujo, por lo que los relojeros suizos están durmiendo tranquilos… por el momento.
Lo que sí se ha logrado con el Watch es la entrada de Apple con fuerza a la industria de salud, debido a que su condición de nanocomputadora y wereable lo vuelven un candidato idóneo para monitorear signos vitales y procesar información valiosa.
Hace unos meses ya conocíamos las funciones del Watch como dispositivo para tener electrocardiogramas, pero la novedad ahora es su uso complementario para medir la glucosa. Si bien Apple no es desarrollador y productor director de One Drop, la tecnología que se apoya en iOS para lecturas precisas de la azúcar en diabéticos, está respaldando su uso por medio de un lugar prominente en las tiendas físicas y virtuales de la manzana.
Por medio de una dosis ligera de sangre, un pinchazo pues (5 microlitros), y tiras con tecnología propietaria (que serían en teoría ilimitadas por un servicio de suscripción) el gadget complementario de $70 USD compartiría la medición con apps de Watch, iPhone y Apple Touch para tener un registro preciso.
La principal ventaja sería la portabilidad, diseño y el análisis de información, además de que Apple indica que supera a cualquier producto similar del mercado.
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