Una confesión, de aficionado a aficionado de WordPress: Uno de mis errores más grandes en los más de 14 años que llevo realizando sitios en este CMS es que apenas esta primavera comenzó a optimizar el rendimiento de mis proyectos con un plugin compresor de imágenes.
Hasta 2020, me había sido suficiente con la configuración de caché y apoyándome en Photon de Jetpack para reducir el estrés, pero gracias a las recomendaciones de Google Webmaster Tools descubrí que existía un mundo nuevo: los plugins para comprimir y optimizar imágenes. Si juntas uno de estos, con un servicio de soporte de primera como el que ofrece KIUBIX, tu sitio volará en buscadores y también tendrás enganchados a tus usuarios.
Luego de investigar, descubrí que para el grueso de los sitios web en WordPress la mejor opción es Imagify, plugin que cuenta con una versión gratuita y que podemos instalar en nuestro cloud hosting.
Las ventajas son las siguientes:
- El proceso de compresión se realiza dentro de los servidores de Imagify, la versión gratuita tiene un límite pero se resetea mes con mes.
- Las versiones de las imágenes que verán los usuarios son jpeg’s y png’s optimizados, y cuyas diferencias son prácticamente imperceptibles para el 99.9% de las audiencias.
- Ahorrarás, además de ancho de banda, espacio en servidor.
- Habrá un tamaño homogeneo para todas las personas que publican. En un sitio web me pasó que un editor subía, sin proceso previo, fotografías de concierto de más de 8MB y 4 mil pixeles de ancho que de cualquier modo acababan siendo visualizadas a 1024 pixeles al ser insertadas en los artículos. La compresión de Imagify es tanta que esto ya no importará.
También vale la pena checar WP Smush, que prácticamente es una competencia de Imagify pensada para usuarios comunes pero especialmente para los de WPMU. Además, tiene integración para convertir tu librería a imágenes webp.
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