LAS PRESENTACIONES
Preséntate con una sonrisa, unas pocas palabras y asegúrate de mirarles a los ojos. Recuerda sus nombres y utilízalos al dirigirte a ellos. Haz de anfitrión con otras personas: presentándolas y diciendo dónde trabajan, a qué se dedican… te convertirás en el líder
de la reunión. Preséntate por tu nombre, sin olvidar decir dónde trabajas, incluso aunque vayas a hablar con alguien a quien ya conoces de otra ocasión. Aunque tú recuerdes el suyo, él puede haber olvidado tu nombre. Así evitas un momento de tensión y que esté tan concentrado en recordar tu nombre que no preste atención a lo que dices.
INTRODUCIR BIEN LA CONVERSACIÓN
Si haces cualquier tipo de afirmación, como ¡Qué buena conferencia! puedes quedarte sin respuesta. Acompaña estas expresiones con alguna pregunta: ¿Qué es lo que más te ha gustado?
CÓMO MANTENER LA CONVERSACIÓN
Sustituye las preguntas que no hacen conversación como ¿A qué te dedicas? por otras que sí incitan a hablar. Para formular preguntas abiertas, utiliza expresiones del tipo: Descríbeme… Háblame de tu trabajo ¿Cómo hiciste para…? ¿Qué te pareció…? ¿Por qué…?
HACER QUE EL OTRO SE SIENTA CÓMODO CON NOSOTROS
Utiliza adecuadamente el lenguaje no verbal. Debes mirar a los ojos a la otra persona para que sienta que le prestas atención, pero sin exagerar. A algunas personas puede resultarles un poco incómodo que les mires fijamente durante mucho tiempo. Intenta cambiar el punto de atención enfocando en medio de sus ojos. Verbaliza tu escucha. Tan importante como saber qué decir es demostrar al otro que realmente nos interesa lo que está diciendo. Hazle preguntas,
comentarios…
Fuente:
http://www.emprendedores.es/
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