1. Ventajas de estar en un parque tecnologico
Enrique Samper, de NIMGenetics, recuerda que se instalaron en el Parque Científico de Madrid, que aglutina instalaciones y servicios muy útiles para las startups. “Es recomendable empezar en uno, que además concentre empresas del mismo sector porque se establecen sinergias, contactos y experiencias muy instructivas para los emprendedores noveles”.
2. La burocracia no es excusa
Ariel Camus, de TouristEye, reconoce que “la parte burocrática de crear y manejar una empresa puede ser más sencilla o más complicada, y puede suponer una distracción, pero nunca es motivo para que el proyecto tenga o no éxito. Eso depende de los emprendedores y de la ejecución del desarrollo técnico y de negocio”.
3. Constancia en el desarrollo de un proyecto
Berto Pena, de Hightrack, subraya que, “más que el tiempo global que le vas a dedicar a tu proyecto, tiene más valor la constancia. Es mejor que todos los días le destines un rato a tu proyecto, aunque sea media hora, y no que el sábado o el domingo te vuelques cuatro horas, mientras no haces nada el resto de la semana. Y eso es así, para garantizar avances diarios y que veas una evolución. Esa regularidad y constancia te ayudarán a verlo crecer y te animará a su desarrollo. Necesitas pasar tiempo con el proyecto para enamorarte de él. Si pasan las semanas, no notas pasión y pierdes fuelle, se acabó”.
4. No tengas miedo a que te copien
Daniel Suárez, de Coontigo, sostiene que “enamorarte de tu idea puede llevar a que tengas miedo a compartirla con otros por si te la copian. Si tu idea es buena, da por hecho que te la van a copiar, pero tienes que trabajar dos pasos por delante pensando en cómo hacerla diferente. Es importante identificar con qué recursos cuentas y hasta dónde estás dispuesto a asumir. Pregúntate si dejarás tu trabajo para meterte de lleno en tu proyecto.
También recomiendo a los que empiezan que se olviden de facturar al principio y que se pregunten cuánto tiempo aguantarán con la estructura que se han diseñado. Y a partir de ese punto, que decidan”.
5. Somete tu proyecto a críticas externas
Urko Benito, de Havoc Technologies, recuerda que “encargamos un estudio de mercado en el que nos mostraron aquellos puntos donde debíamos prestar atención y también otros en los que éramos diferentes como el uso de inteligencia artificial y hardware. Hicimos un focus group (grupo de discusión) con directivos de empresas del sector de las TIC. Apabulla desnudar tu proyecto frente a tanta experiencia y poder de decisión. Pero, conseguimos salir vivos. Los expertos nos ayudaron a enfocar mejor nuestro modelo de negocio, especialmente en lo referente a la logística y a las implicaciones que supone. En resumen, nos dijeron que el producto y el enfoque eran muy buenos, pero que veían problemas en la distribución, en caso de que la demanda fuera elevada. Con esas ideas, nos pusimos a trabajar en profundidad para intentar solucionarlos”.
6. Cómo abrir la puerta y entrar en un mercado
Enrique Penichet, de Business Booster, afirma que “una idea vale cero y una idea con un Powerpoint sigue valiendo cero. Pero una idea con un Powerpoint y un equipo, ya cuenta el valor de ese equipo. El diferencial no es descubrir la puerta del negocio, sino cómo la abres y entras en ese mercado. Esa es la implementación. Y si alguien te quiere copiar por una conversación que has tenido sobre tu proyecto, es que tu idea no tiene ningún valor. Y corres el riesgo de que por no contársela a nadie, la tengas en un cajón olvidada. Cuanto más lo hables, más la enriquecerás. El que llegue detrás tendrá que recorrer el camino que tú ya has hecho”.
7. Piensa, pero no hasta el infinito
Enrique Penichet, de Business Booster, señala que “la búsqueda de lo perfecto es el enemigo de lo bueno. Si piensas mucho y eres un maniático de la perfección, nunca lanzarás tu proyecto, porque nada es perfecto”.
8. Es bueno que haya competencia
Carlos Polo, de Doocuments, recuerda que, cuando empezó con su proyecto, no le preocupaba que hubiera otras empresas y herramientas tecnológicas parecidas a la suya: “Siempre ha habido empresas exitosas que han hecho cosas que ya existían. Cuando lanzas un negocio, lo malo es que no haya nadie que lo haya hecho antes. Si hay algún negocio ya montado, es que hay más gente que ve que la idea es buena. Y generalmente suele haber negocio para más de uno. En mi caso, estudié el mercado y vi que había algunas empresas que no hacían lo mismo, pero que podrían posicionarse en lo que hacíamos si invertían. Y también vi empresas que hacían lo mismo, pero que en el futuro nosotros haríamos cosas diferentes. Eso nos iba a venir muy bien, porque a poco que compitiéramos, si ellos ya tenían clientes nosotros también nos los aseguraríamos. Nuestra estrategia sería la de diferenciarnos. Y lo que fijamos en el plan de negocio, algo a lo que dimos mucho valor frente a los inversores, fue que operábamos en un mercado en el que otros ya habían considerado que había negocio, que todavía estaba en una fase temprana, que había sitio para más proyectos y que nos íbamos a diferenciar claramente”.
9. Ten claro el concepto de negocio
José Luis Mata, de Larrama Creativa, afirma que, desde el principio, “teníamos muy claro lo que no queríamos ser como, por ejemplo, una de esas agencias que, bien por causa de la crisis, bien por querer llegar a todo el mundo, ofrecen de todo: gabinete de prensa, agencia de comunicación, consultoría de marketing y creatividad publicitaria, todo en uno. El que mucho abarca, poco aprieta. Eso implica mucha dispersión y poca excelencia. No se puede ser el mejor en todo. Hay que ser humilde, pararse a pensar y reflexionar. Y lo primero era tener muy claro qué parte de nuestro trabajo era la que más disfrutábamos y mejor hacíamos”.
Fuente:
http://www.emprendedores.es/
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