La elección del modo de transporte durante las vacaciones puede depender de varios factores, entre los cuales influye la distancia de viaje, las características específicas del viaje, la seguridad y la accesibilidad y el coste. Los viajeros eligen entre diferentes medios de transporte en función de estos criterios y considerando las emisiones de CO2 un aspecto secundario.
Antes de escoger un determinado medio hay que tener en cuenta que el transporte es responsable de una cuarta parte de las emisiones mundiales de CO2 y se prevé que estas lleguen al 40% en 2035. Así, el transporte contamina por tierra, por mar y por aire, y según lo indicado por la Agencia Europea del Medio Ambiente en julio de 2019, para la elección del medio de transporte se debería de tener en cuenta su impacto medioambiental, analizando las posibles emisiones de CO2 por pasajero y kilómetro recorrido.
Así, encontramos que el avión es el que produce más emisiones causantes del efecto invernadero y, por ende, del cambio climático (un avión contamina por 800 coches). Por el contrario, es el tren el que menos contaminante resulta. Y aunque todavía no se trata realmente de un criterio de peso a la hora de elegir el medio de transporte a utilizar en vacaciones. Las compañías aéreas enfocan cada vez más sus campañas a las reducciones de CO2 que consiguen con sus mejoras.
Cuantas más personas viajen juntas, y cuanto más largo sea el viaje, más estaremos cuidando del medio ambiente. Es por ello, que el transporte es uno de los sectores más involucrados en la revolución colaborativa, la cual ha cambiado los modelos comerciales convencionales de movilidad y la forma en que opera el sector turístico. La economía compartida (como lo que ofrece BlaBlaCar) ofrece a los turistas más opciones en la planificación de sus viajes, más específicamente en cómo llegar a un determinado destino.
La elección del medio de transporte
Hay una realidad indiscutible, y es que, tanto en España como en América Latina, así como en el resto del mundo, el turismo tanto receptivo como emisivo no para de crecer, con la repercusión directa en el uso de los medios de transporte.
A pesar de la evolución y desarrollo de las compañías aéreas de bajo coste, las personas tanto en España como en América Latina prefieren el coche por cuestiones de comodidad cuando se trata de vacaciones dentro del país o por viajes cortos (es decir, inferiores a 400-500 kilómetros). Sin embargo, cuando se trata de viajes internacionales, o cuya distancia sea superior a 500 kilómetros, los españoles optan por el avión debido a la presencia de diferentes compañías low cost que han hecho posible viajar barato a muchos destinos dentro del país y en Europa.
En América Latina, sin embargo, las aerolíneas de bajo coste aún están en fase de despegue, y es por esto que para viajes más largos se sigue prefiriendo el autobús. Aunque se valoran los posibles riesgos antes de tomar esta decisión, ya que, como es de todos sabido, el avión sigue siendo la forma más segura para viajar.
Más info: “Análisis de los tipos de transporte que se consumen en vacaciones” de Debora Gottardello, colaboradora de OBS Business School.
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