Tiempo atrás en los inicios de los sistemas operativos sólo teníamos que preocuparnos de encender/apagar o reiniciar el ordenador, y ya está. Pero en los últimos años también se da al usuario la opción de hibernar o suspender un equipo, unas funciones que no todo el mundo usa o bien lo hacen de una manera que no es del todo la correcta. A continuación te decimos cuándo es más aconsejable apagar, reiniciar, suspender o hibernar un ordenador para alargar su vida útil.
Los sistemas operativos actuales nos permiten realizar distintos apagados de nuestro ordenador, en la mayoría para adaptarse a las distintas situaciones de trabajo u ocio derivado de nuestro uso del sistema. Si bien el uso de cada una de las opciones de sistema parecen claras, no siempre se utilizan de la manera correcta, y por eso te decimos de una manera sencilla y directa cuándo usar el apagado, el reinicio, la hibernación o la suspensión de nuestro ordenador.
Entonces, ¿no es bueno apagar el ordenador? Sí, es recomendable apagar el ordenador, pero cuando hayamos acabado con nuestra jornada de trabajo o de ocio. Un ordenador necesita que todos sus componentes descansen y si dejamos siempre el ordenador suspendido o hibernado provocaremos que se caliente más de la cuenta, haciendo que su vida útil sea inferior. De esta manera el apagado del ordenador es recomendable efectuarlo, al menos, una vez por día, preferentemente al acabar nuestra jornada de trabajo o de ocio, y donde ya no vayamos a usar el sistema hasta el día siguiente.
A ver, ¿pero no sirve la hibernación? Al hibernar el ordenador lo apagamos y, al encenderlo, lo dejamos en la misma situación previa, ideal para continuar con el trabajo. Se trata de una función que se usa mucho pero que provoca que se almacenen muchos datos basura en el sistema pudiéndole ralentizar, y más si cuentas con menos RAM. De esta manera la hibernación es recomendable para, por ejemplo, cuando vayamos a dejar de usar el ordenador por varias horas.
¿Y qué diferencia con la suspensión? Al suspender el ordenador se ahorra energía cuando no estemos usando el PC durante un tiempo. La principal diferencia es que esta situación ha sido pensada si, por ejemplo, llevas de 30 minutos a 2 horas sin usar el ordenador, como sería irte a tomar un descanso o a comer o cenar. En general el sistema se suspende de forma automática pasados unos minutos tras no usarlo.
Y la otra posibilidad es reiniciar el ordenador, usado para resolver situaciones de mal funcionamiento para instalar algún programa que necesite volver a ejecutar de inicio el sistema operativo.
[Fuente: Fossbytes]
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