Conforme se acerca de la decisión de saber qué estudiar luego de acabar la preparatoria, surgen dudas acerca de si irse por algún camino convencional como Derecho o Ingeniería Industrial, o bien arriesgarse en alguna de las nuevas carreras que satisfacen un nuevo nicho, como en su momento estuvo la disyuntiva entre Diseño de Interiores contra lo tradicional de arquitectura.
Si bien las ciencias computacionales siempre han sido atractivas y bien remuneradas, depende mucho de tu tipo de pensamiento y forma de aprender si -por ejemplo- te decantas por Matemáticas Aplicadas o Sistemas Computacionales. Si eres de los que les gusta aprender en Khan Academy o uDemy, tal vez te convenga una carrera en otros skills que requieran de un mentor como administración o incluso Econometría.
De cualquier modo, no podemos dejar de compartir esta información: Ciencia de Datos cada vez está más en boga y es muy solicitada.
Te compartimos parte del siguiente artículo de Omar Páramo en Unam Global:
El mundo cambia a un ritmo tan acelerado que, en el año 2000, de toda la información almacenada sólo una cuarta parte estaba en memorias digitales y lo demás se repartía en impresos, vinilos, casetes y demás soportes análogos. Sin embargo, los papeles se invirtieron muy rápido y, a tal al grado, que en 2013, del total que había en el planeta (unos mil 200 exabytes), el 98 por ciento era ya digital, según cálculos del profesor Martin Hilbert, de la Universidad de California, también conocido como el “gurú del Big Data”.
Si tal cúmulo de información se publicara en libros y estos se pusieran uno encima de otro formarían cuatro mil 500 pilas tan altas que tocarían el Sol, o al menos eso calculaba el académico en 2014, pues hoy esta cifra probablemente es cuatro veces mayor, porque como él mismo aseguraba en entrevista para la BBC, este volumen se duplica cada dos años y medio. Por ello, y a fin de formar a expertos capaces de obtener conocimientos útiles a partir de esta avalancha de material, la UNAM creó una nueva carrera: Ciencia de Datos.
“Esta licenciatura de reciente cuño comenzará a impartirse en agosto y ya estamos listos para recibir a la primera generación, constituida por alumnos regulares que, tras haber aprobado cuatro semestres en carreras como Actuaría, Física o Ingeniería en Computación —entre otros programas afines— cursarán otros cuatro en el Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS)”, detalla el director de dicha entidad, Héctor Benítez Pérez.
Para entender por qué estos profesionales son tan necesarios, el investigador pidió imaginar las miles de fotografías dispersas en nuestros ordenadores y dispositivos portátiles y luego sumar a este catálogo los documentos, e-books, videos, canciones, mensajes, chats, audios, emails, podcasts y demás archivos que guardamos.
“¿Sabemos dónde está todo a cada instante? ¿Somos eficientes al ordenar y clasificar? ¿Podemos encontrar lo necesario con rapidez y sacar conclusiones de esta colección? Para la mayoría no es fácil y eso que hablamos a nivel micro; si llevamos esto a un ámbito macro y pensamos en una organización orillada a expurgar sus acervos para localizar aquello que le permitirá diseñar estrategias futuras o hacer prospectivas sobre su negocio en el corto, mediano o largo plazos, entonces vemos que los encargados de esta tarea no pueden improvisar en ningún momento, deben estar bien preparados”.
Por Ciencia de Datos —explica el doctor Benítez— nos referimos al análisis de un gran cúmulo de información y a la forma de procesarla, modelarla y trabajarla a partir de algoritmos o representaciones matemáticas o computacionales. “Quien se dedique a esto debe estar dispuesto al diálogo, pues tratará con personas de muy diversas formaciones, como biólogos, médicos, ingenieros, físicos o economistas, es decir, con aquel interesado en que un profesional le interprete los datos que ha obtenido y que no entiende del todo”.
Sobre este asunto Fabián García Nocetti, quien hasta 2012 dirigió el IIMAS, escribió en el número 472 de la revista Nexos que aunque muchos toman por sinónimos big data y ciencia de datos, “la primera se refiere a la gestión y procesamiento de datos, mientras que la segunda involucra conocimientos de uno o más campos: finanzas, medicina, geología, matemáticas, computación, estadística y el área de dominio en particular, y toma en cuenta aspectos de investigación como prueba, hipótesis y variación de los resultados”.
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