El santo grial de los días laborales tiene dos palabras muy mencionadas: productividad y eficiencia. Ambas son valiosas y ayudan en la gran meta de cualquier trabajo, ya seas emprendedor o parte de una organización: acabar el trabajo del día, para entonces disfrutar los frutos del trabajo. En 2019 no es precisamente una gracia ser workaholic.
Los conceptos de productividad y efiencia puede ser hasta operacionalmente contradictorios, pero lo irónico es que necesitamos un balance de ambos.
Ser productivo
La productividad mediría que, por ejemplo, en tus ocho horas legales de trabajo hayas cumplido la mayor cantidad de metas si no es que todos tus pendientes. Un día productivo sería aquel donde se despeje la lista, o incluso se resuelvan más problemas. En un día poco productivo, quedarían pendientes asuntos de la lista inicial (o agregados).
Ser eficiente
Ya estamos adentrándonos en motivos del debate. Por ejemplo, ser eficiente en teoría exige resolver los pendientes pero si hubiera atajos o trampas en el camino para lograrlo, poco importaría ya que finalmente se logró. Esto se presta a romper varias reglas en búsqueda del objetivo final.
Las startups tienen algo de esta mentalidad, al menos las tecnológicas, con su poster child en Facebook y su lema: Rompe cosas y muévete rápido.
Eficiencia y productividad para tus proyectos web
La diferencia
Ser eficiente sería publicar 1 vídeo con millón de vistas, en lugar de cien vídeos con 10 mil vistas, que por mero esfuerzo se sentiría como algo productivo. Mismo resultado final, diferente ruta.
Es el viejo debate de calidad contra cantidad.
En este ensayo sobre el tema, ponen un ejemplo buenísimo:
- Un equipo de desarrolladores de software fue víctima del crunch time de su empresa, en pro de la productividad.
- Trabajaron horas extras para lograr una meta de producción. Su fama de cumplidores es tanta que se les pide otro proyecto.
- Lo que no se toma en cuenta es que el staff estaría cansado y ansiando vacaciones,
- Así es como la productividad arruinaría un proyecto.
La eficiencia, dice el ensayo, tiene obstáculos más abstractos.El orden y las reglas, por ejemplo. Un ejemplo sería Uber, la app, que al llegar a nuevas plazas suele violentar su código de movilidad con tal de arribar antes que su competencia cercana, para así crear lealtad en el mercado. Lo que en lenguaje startupero se entiende como disrupción, y en teoría es eficiente, sería un ejemplo de enfocarse en al eficiencia. Pero puede traer molestias al romper las reglas, tal como Uber.
El énfasis en productividad, puede generar burn out en los equipos.
¿Enfocarse en cuál es mejor?
Ninguna manera de pensar, ya que lo ideal es un balance. Mientras la eficiencia suele requerir más trabajo en equipo para lograr una serie de metas, o la productividad mide su esfuerzo en una cantidad concreta de acciones.
Se tienen que desarrollar ambas capacidades.
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