El día de ayer Apple presentó durante la WWDC 2019 sus nuevos modelos de Mac Pro, teniendo el antecedente de la infame presentación trash can de 2013, una Mac peculiar y rara que encantó a los entusiastas de diseño industrial por su color negro y el parecido con un pequeño bote basura.
Aunque era una máquina potente para su tiempo, y rompió con los esquemas de cómo debía de verse una computadora de escritorio para trabajo intenso, envejeció mal debido a que los early adopters descubrieron que no podían actualizar de manera tan sencilla como una PC y más bien estaban atrapados con la configuración que adquirieron al momento de ordenarla.
Esto fue algo al menos raro, y más bien impensable, ya que el público objetivo de una computadora de $2,999 USD esperaba flexibilidad y una inversión que rindiera a futuro. Como en el austero caso de las Macs portátiles luego del 2013, la Pro se estancó en la filosofía de Apple de no actualizaciones de hardware casero o independientes (a diferencia de cualquier desktop armada de Windows) como comprar una tarjeta de vídeo nueva y compatible (no existía ninguna) e instalarla uno mismo.
Imperdonable.
Como paliativo, estos años Apple lanzó a la venta la iMac Pro en un esfuerzo por volver a ganar a los usuarios entusiastas profesionales que hicieron grande a Apple antes de la revolución del iPod y los dispositivos iOS. El consenso general siguió siendo que Apple cobraba bastante caro el impuesto por usar macOS, y con la mejora de programas de Adobe en Windows (a propósito de críticas hacía Final Cut Pro) se volvía una compra poco eficiente el voltear a ver a las Mac.
La Mac Pro 2019, presentada ayer, retoma una idea de diseño industrial conocida para los fans de Apple: la torre rayadora de queso.
Hasta 2013, fue la predecesora del trash can:
En 2019, y apelando a la nostalgia, se dejan de lado los diseños originales o raros para volver a lo clásico y -supuestamente- presumir una nueva filosofía: personalización, y actualización de acuerdo a las necesidades de cada profesional.
El costo inicia en 6 mil dólares:
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