Según el SAT, estos son los 10 puntos que nos vuelven mejores mexicanos en materia fiscal


Compartimos el decálogo del SAT para ser buenos mexicanos en material fiscal:


 

  1. Estoy localizable en los domicilios que tengo registrados ante el SAT.
  2. Siempre tengo la opinión del cumplimiento de mis obligaciones fiscales positiva y actualizada, y también solicito con regularidad dicha opinión a mis proveedores y, en su caso, a mi agente aduanal.
  3. Mantengo contacto con el SAT a fin de conocer mi situación fiscal y generar alternativas de solución respecto del cumplimiento de mis obligaciones, para que el SAT no deje sin efectos los mecanismos que me otorga para facturar.
  4. Soy honesto en relación con los ingresos que percibo y los gastos que realizo, y utilizo fuentes de financiamiento lícitas y comprobables para el desarrollo de mis actividades.
  5. Denuncio ante el SAT cuando alguna empresa, despacho jurídico o contable me ofrece participar en un esquema de empresas facturadoras de operaciones simuladas o cualquier esquema fiscal agresivo.
  6. Reviso, previo a contratar con mis proveedores y durante nuestra relación comercial, que estos no aparezcan en las “listas de contribuyentes con operaciones inexistentes” publicadas en el Portal del SAT y en el Diario Oficial de la Federación.
  7. Verifico la existencia del domicilio fiscal de mis proveedores y que sus establecimientos, bodegas o sucursales estén registrados ante el SAT, solicitándoles la documentación que así lo acredite.
  8. Solicito a mis proveedores, en el caso de prestación de servicios de personal, copia de todos los documentos que amparan el pago de las cuotas obrero patronales al Instituto Mexicano del Seguro Social, así como del entero de las retenciones del impuesto sobre la renta a sus trabajadores.
  9. Me aseguro, cuando tengo mercancía de origen extranjero, de contar con la documentación que demuestre su legal estancia en México, en caso contrario, corrijo dicha situación.
  10. Aplico procedimientos de control o vigilancia, con la finalidad de verificar que mis proveedores tienen la capacidad e infraestructura necesarias para el cumplimiento de los conceptos consignados en la factura que expiden a mi nombre. Así evito realizar contrataciones con proveedores en las que se establecen contraprestaciones que no corresponden al precio de mercado, o cuando la remuneración no guarda congruencia con los servicios que me ofrecen, así como con aquellos proveedores extranjeros que pretenden cobrar conceptos no incluidos en la factura que emiten a mi nombre.

Vía El Conta

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1 comentario

  1. Artículo interesante Realmente me gustaba. Sé que las finanzas son la ciencia de cómo las empresas obtienen capital y hacen inversiones. Una de las ideas erróneas más comunes de los empresarios es que creen que todo lo relacionado con los números, cualquier indicador que necesitan saber y considerar un contador. Es entendible. No es el contador ni el director financiero el responsable de las finanzas de la empresa en su conjunto. La responsabilidad de esto recae en la gestión directa de la empresa. Cualquier negocio en su desarrollo pasa por varias etapas. En cada una de estas etapas, las finanzas y la contabilidad están presentes, independientemente de cómo estén organizadas. Gracias.

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