«O nos despiden, o los cuatro empleados que quedamos en la empresa estamos fastidiados, trabajando más por menos”. Son las dos desalentadoras opciones que vislumbraba un oyente de un programa de radio que recoge las quejas de los ciudadanos en un contestador. Esta manifiesta desmotivación también resume el sentir actual de muchas plantillas.
Paco Muro, presidente ejecutivo de la consultora Otto Walter, explica de forma gráfica la situación actual del clima laboral: “El empleado está como la piel que el primer día de vacaciones se expone durante muchas horas al sol sin protección: un solo toquecito, un mínimo roce, le hace saltar”.
Los consejos de los expertos para motivar en tiempos de crisis sirven para tres tipos de actitudes: animar a los empleados desmotivados, mejorar la motivación de los que no han cambiado de actitud y recompensar el esfuerzo de aquellos que intentan ser aún más productivos. Estas son algunas recomendaciones prácticas:
INFORMACIÓN HONESTA, VERAZ Y TRANSPARENTE
La comunicación es muy importante en cualquier momento, pero mucho más ahora. Una dependienta de unos grandes almacenes se quejaba ante el cliente de que estaban vendiendo menos, no por falta de demanda, sino de producto y se preguntaba en voz alta: “¿Será que por la crisis no pagan a los proveedores?”.
Para evitar rumores, conjeturas y este tipo de opiniones entre tus empleados, lo mejor es que mantengas una comunicación adecuada con ellos. Como afirma Carlos Viladrich, director de Recursos Humanos de Adecco, si no hay información por parte de la empresa en tiempos de bonanza, se interpreta como que no pasa nada, pero en tiempos revueltos la ausencia de comunicación se interpreta como que me están ocultando algo.
“Si las cosas van bien, házselo saber a tus empleados para que no interpreten de forma negativa la ausencia de comunicación. Pero si la empresa corre algún riesgo, no mantengas una actitud de “aquí no pasa nada” ni ocultes información: los empleados tienen la madurez y el derecho a saber cómo están realmente las cosas”. Y, ¡ojo!, la información que se transmite tiene que tener consistencia: si dices “todo va bien” y, después de dos semanas, cambias la información, pierdes toda la credibilidad.
CUIDA LAS FORMAS Y DETALLES
Si antes un jefe no atendía correctamente a un empleado, quizá éste no le diera ninguna importancia, pero ahora puede que le haga sentirse mal, temeroso u ofendido. “Esto hace que haya que cuidar más que nunca las formas y los detalles. Hay que andar con mucho cuidado. Ya hay bastante tensión con lo que viene de fuera, así que no hace falta crear ni un gramo de tensión adicional más desde dentro y mucho menos, por torpeza o mal hacer de un jefe”, explica presidente ejecutivo de la consultora Otto Walter.
NO TE OLVIDES DE ALABAR LOS LOGROS
Según Viladrich, “en estos momentos es muy importante alabar los logros y reconocer el trabajo bien hecho. Esto tampoco quiere decir que pases por alto los errores que se cometan, pero en caso de que se produzcan hay que corregirlos con mucha cautela. Cualquier descontento o feed back negativo puede ser interpretado como que “me van a a despedir”.
CREA UN AMBIENTE POSITIVO
Juan Fernández Aceituno, autor del libro Gestión en tiempos de crisis, aconseja incorporar el humor como una herramienta de gestión básica. No se trata de contar chistes o de convertirse en el jefe más popular, sino de instaurar una atmósfera positiva de trabajo. Hacerlo es muy sencillo, según Muro: hablar, estar cerca, reírse un poco, mostrar apoyo, transmitir ánimo y energía positiva son medidas al alcance de todos, que ayudan a sobrellevar mejor esta época. Otra estrategia para crear buen clima laboral es identificar en tu grupo profesional a las personas más positivas que siempre están dispuestas a mejorar y analizar su capacidad de contagiar entusiasmo y energía.
EL MIEDO ES UN MAL SISTEMA DE GESTIÓN
En el lado opuesto a la estrategia anterior, se sitúan las empresas que se fijan exclusivamente en los problemas, agrandando de esta forma el círculo de preocupaciones. O, peor aún, las que utilizan el miedo como sistema de gestión. Hay datos sorprendentes sobre los directivos que reconocen que en su empresa se fomenta el miedo para conseguir los objetivos: nada menos que un 51%, según afirma Fernández Aceituno en su obra. “No se dan cuenta que el miedo bloquea la creatividad, anula a la persona y genera estrés”, añade Aceituno.
REDUCIR EL SALARIO SIN QUE LA MOTIVACIÓN SE RESIENTA
Las congelaciones o reducciones de salario son prácticas muy utilizadas por las empresas para reducir costes. La consecuencia es que en los tiempos que corren, es habitual tener que trabajar más por menos.
“Es necesario transmitir una cultura del sobreesfuerzo: hay que dar más por menos porque las circunstancias así lo exigen”, afirma Viladrich. Esto no es nada fácil de conseguir. Para lograrlo, es importante aclarar y garantizar que cuando vuelvan los buenos momentos económicos la gente pueda recuperar su anterior poder adquisitivo.También ayuda predicar con el ejemplo: que los de arriba también se reduzcan sus honorarios. Es lo que hicieron en la firma Sociedad de Tasación. Todos los empleados, desde el primero hasta el último, se ajustaron el cinturón y con ello se logró evitar despidos.
Fuente:
http://www.emprendedores.es/
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