Donaciones de micromecenas
El crowdfunding convencional se basa en la aportación de pequeñas cantidades a cambio de ciertas recompensas. Los creadores que necesitan fondos exponen su idea para que quien lo encuentre atractivo, haga su aportación.
Dependiendo del importe de esa donación, la recompensa será distinta. Por ejemplo, el montaje Tempestad de la compañía teatral Barco Pirata –que obtuvo 4.300 euros a través de Verkami.com– ofrecía entradas para sus representaciones, asistencia a un ensayo privado y merienda con los actores, merchandising o incluso figurar en el programa de mano. La compañía de miniaturas Tercio Creativo, que financió la edición de su juego de mesa 1650. A Capa y espada (consiguió casi 13.000 dólares con la estadounidenseIndiegogo.com), enviaba el juego y otras recompensas como miniaturas exclusivas.
Es decir, en el sistema clásico el donante aporta un dinero a cambio de un beneficio, lo que no supone que se convierta en accionista. Existe otro modelo más evolucionado (con plataformas como TheCrowdAngel.com o Seedquick.com) que sí supone la incorporación al proyecto de inversiones que pasan a ser accionistas.
Pero, ¿qué pasos hay que seguir?:
Escoger plataforma. Podemos desarrollar nosotros la campaña de crowdfunding pero lo normal es recurrir a una plataforma. En España destacan Lanzanos.com,Verkami.com o Goteo.org, aunque hay muchas más. A nivel internacional sobre salen Kickstarter.com e Indiegogo.com. Hay que ver cuál se ajusta más a nuestro proyecto y presentarlo completando un formulario. Las plataformas nos asesoran para realizar los cambios que lo hagan más atractivo. Luego hay que preparar el material que se publicará (descripción, imágenes, vídeos…) y fijar la cifra que se pedirá, así como las recompensas.
Se abre el plazo. Algunas plataformas no ponen límite al periodo de recolección, pero lo normal son 40 días. En este tiempo podemos actualizar la información pero no cambiar la cifra pedida ni las recompensas, aunque sí añadir incentivos al llegar a cierta cifra. La financiación concluye cuando expira el plazo, no al alcanzar el objetivo. Si se llega antes, se sigue recaudando. Y si no, no se produce cobro alguno. Las plataformas recogen las aportaciones como autorizaciones de cobro por tarjeta bancaria o PayPal. La ventaja de la primera es que suele exigir una comisión menor (del 1,3% al 2%).
Hacer mucho ruido. “Son 40 días en los que hay que trabajar todos los canales, ya sean blogs, Twitter, Facebook, prensa tradicional, eventos…”, explica Jonàs Salas, cofundador de Verkami.com. Las plataformas promocionan los proyectos más importantes.
Y, al final, recibes el dinero… Si se alcanza el objetivo, la plataforma hace los pagos a los donantes y nos entrega el dinero, descontando una comisión que ronda el 5%. Además, envía un listado con los datos de los mecenas (dirección, cantidad aportada…) para que mandemos las recompensas comprometidas.
Fuente:
http://www.emprendedores.es/
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