La pandemia del COVID-19, dicen algunos expertos, adelantó de manera dramática la adopción del comercio electrónico en México. Si vamos a extremos demenciales, la costumbre mexicana (que exige pagos en Oxxo, depósitos en sucursal y desconfianza a ingresar datos) es más cercana a la japonesa (donde sus servicios en línea los pagan en un 7-Eleven) que a la estadounidense (todo es tarjeta de crédito).
Incluso, aunque tú o yo vivamos en una burbuja donde es común comprar sin fricciones en internet, en México hace un año no era tan raro encontrar personas sin tarjeta de débito o bien, que ni siquiera considerban usarla para algo más que ir al cajero o pasarla por el supermercado en caso de emergencia.
Las consecuencias del COVID-19 han provocado que este miedo tenga que irse por dos razones:
- Es más fácil ser pagado por un servicio vía electrónica, para evitar el contacto físico con el dinero (o incluso ir a recogerlo).
- La conveniencia de ordenar cosas por internet.
Esta es una oportunidad ideal para comenzar alguna estrategia para llevar tu negocio al siguiente nivel con una plataforma de venta en línea, o si ya la tienes, profesionalizar tu administración con un sistema como Adminit (que cuenta con una versión gratuita).
Por supuesto, tenemos datos que justifican la explosión del comercio electrónico en México. En el sitio del ISDI encontramos un artículo sobre el crecimiento del uso en tarjetas de débito en nuestro país. Retotamos lo siguiente:
Entre las particularidades que trajo consigo la pandemia está el impulso para la industria del e-commerce, efectos no solo presentes, sino también futuros. Tras los cuatro meses de confinamiento que en promedio hemos tenido en Latinoamérica y el número de necesidades que tuvimos que satisfacer a través de las compras en línea, la posibilida de que ante la nueva normalidad los compradores decidan mantener como una alternativa al comercio electrónico es alta, pues ya se ha convertido en un hábito.
Hasta antes de la pandemia, los usuarios veían las compras en línea con recelo, aseguraban que los hacía objeto potencial de fraude y decían sentirse inseguros al momento de ingresar su información de pago. Sin embargo, como lo confirma Emilio González, Director General de Nubank México, el incremento fue notorio. En la institución que dirige, se registró un incremento del 50% en la realización de transacciones en línea, pasando del 40% previo a la pandemia al 60% durante la crisis de salud mundial.
El incremento se produjo a partir del número de transacciones realizadas por personas que ya antes adquirían bienes o servicios en línea, pero también a través de gente que ante la necesidad, se animó a dar el paso de comprar en línea por primera vez.
Esto no es cosa menor, VISA reporta que el uso de tarjeta de débito se incrementó en 8%. A pesar de todo, aún hay mucho mercado por captar ya que en el último censo económico del INEGI se reportó que sólo 16.8% de los usuarios de internet lo usan para operacioens bancarios (como compras en línea). De cualquier modo esto son millones de personas, más de 12 si seguimos las estadísticas de años pasados, lo que indica la evidencia que aumentó durante la pandemia.
Con la información reciente sobre tiempos estimado de regreso a la normalidad, ya que -por ejemplo- Google regresará a su staff a oficinas hasta el verano del 2021, la tendencia sólo podrá aumentar y en el peor de los casos hay un montón de consumidores nuevos que ya tienen su tarjeta de débito lista para gastar.
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