Hoy en día, los teléfonos celulares son una extensión de nosotros. Si unos extraterrestre nos observara como sociedad occidental, diría que pasamos largas jornadas al día sobando unos espejos brillosos en forma de rectángulo. Así de absurda es nuestra dependencia al móvil.
Tanto así que no sólo es la forma principal de comunicación y equipo de computo de buena parte de la sociedad, sino que también reemplaza sus televisiones, dipositivos de música portátil y hasta revistas. Esta versatilidad causa que las enormes pantallas táctiles en las que restregamos los dedos todo el tiempo, por dejarlo en una frase corta, sean un asco. Una porquería.
Imagina, tocas el transporte público, tu comida, te rascas, sudas sobre la pantalla al pegartela a la mejilla para contestar una llamada. Peor: seguramente vas al baño con tu teléfono. Por más higiénico que seas, tu celular está expuesto a todo tipo de fluídos y sustancias la mayor parte del tiempo. Si eres hombre, por ejemplo, es probable que tu celular sea presa de tu sudor en los bolsillos pegados de tus jeans skinny.
Aunque no es información completamente novedosa que las pantallas de celular son 30 veces más sucias que las tazas del baño, lo que si podemos ofrecerte como utilidad son algunos consejos para mantenerlo limpio a lo largo del día. Claro, más allá de gastar en toallitas limpiadoras.
Algunos básicos son:
- Frotarlo con alcohol, con una microfibra como las que te regalan cuando compras anteojos.
- Si es indispensable limpiarlo y no hay fibra a la mano, se puede usar algún algodón a manera de emergencia.
- Hay que evitar a toda costa frotar el teléfono con tu camisa, blusa o camiseta.
- Asimismo, estaría prohibido frotar la pantalla con papel a menos que quieras reducir su valor.
- Por supuesto, ser una persona limpia y tener aseados los dedos que pasarás por el teléfono.
En El País encontramos más consejos, algunos bastante nivel avanzado:
No vale solo con pasarle un trapo porque, según los expertos, aunque de esta forma se barren algunas bacterias y el polvo, pueden quedar muchas.
Para hacerlo correctamente hay que tener en cuenta si la pantalla lleva o no una cobertura oleófuga, destinada a garantizar la limpieza más tiempo. En caso de no llevarla, Adán Conde, responsable de posventa de telefonía de LG Electronics recomienda «humedecer una esquina de un paño o gamuza de microfibras —como los que se usan para limpiar las gafas— con una proporción aproximada de 60% agua y 40% alcohol y pasarlo sobre el teléfono con movimientos circulares evitando verter el líquido directamente sobre la pantalla». En caso de que sí lleven esa capa, es mejor dejar de lado el alcohol, que puede dañarla, y utilizar en su lugar agua destilada mezclada con vinagre blanco, en proporción del 50%.
Como podemos leer, el cuidado de la pantalla y el tema de higiene/usabilidad es muy parecido al de los anteojos que muchos usamos a diario, especialmente la parte de limpiar con movimientos circulares.
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