Si alguna vez te has preguntado por qué tantos emprendedores con productos o servicios geniales terminan en la quiebra y no encuentras la razón, quizá la respuesta está en la misma pasión. Sí, porque por más que duela, esta no necesariamente es rentable.
“A veces queremos iniciar un negocio con nuestra pasión pero no entendemos qué parte de ella es verdaderamente rentable y cuál es meramente un hobby”, analizó la autora del libro Pequeño Cerdo Capitalista, Sofía Macías, durante su participación en la Semana Nacional del Emprendedor.
Hay que pensar en todas las aristas que conlleva una empresa formal, desde el plan de negocio, la estructura de costos o las alianzas estratégicas.
Una persona a la que le apasiona el mercado orgánico y que produce en casa jabones de sábila que solo vende en su cuadra, jamás podrá saber el potencial real de su producto si no lo estructura. Quizá esté cerrando también la posibilidad de que este llegue a manos que puedan colocarlo en el anaquel o venderlo en línea.
Para ello, Macías compartió cuatro claves necesarias para alejar la pasión del hobby y convertirla en un verdadero negocio.
-Oferta de valor. Los negocios exitosos tienen un distintivo, así que no olvides preguntarte qué es lo que tú harás más rápido o de mejor calidad y qué le resolverás a la gente. “Haz fácil algo que de alguna u otra manera les costara mucho”, recomendó.
-El equipo. Ni la persona más brillante lo es más que cinco juntas. “A veces los emprendedores somos intensos, queremos hacerlo todo y a nuestra manera, pero debes encontrar a la gente que complemente tus debilidades”. Esto hace la diferencia de tener solo un producto a una empresa.
-Prueba, siempre prueba. Suena lógico, pero la mayoría no lo hace. Si quisieras poner la franquicia de tortas más grande del país, no inviertas todo tu dinero. Probar es la forma más básica de medir qué funciona y qué no antes de meter toda la carne al asador.
-Procesos y estandarización. Hay mucha gente que confunde crear un negocio con generarse un empleo, pero la diferencia está en estandarizar. Para que realmente te puedas encargar de las áreas donde más valor aportas, necesitas documentar bien qué es lo que hace que tu negocio funcione. Piensa si realmente haces procesos y estándares de qué es lo que quieres que tu cliente reciba cada vez que utiliza tu producto o servicio.
Y SI YA TENGO UN NEGOCIO, ¿CÓMO LO LLEVO AL SIGUIENTE NIVEL?
Si no hay formulas para la vida, menos para los negocios, dijo Macías, por lo que hay que dejar de seguir recetas. Sin embargo existe un factor que en este caso puede ser la excepción: la digitalización. Analiza qué estás haciendo hoy que pudiera ser digital.
“No necesitas ser tan tecnológico como Elon Musk y volar al espacio. Si le metes un poco de tecnología a un negocio tradicional, lo puedes escalar a un nivel mucho mayor”, aseguró. Puedes apostar por:
-Marketing online. Hoy la ‘sección amarilla’ de los jóvenes son las redes sociales. No importa si en tu colonia eres conocido, nunca van a pasar tantas personas frente a tu tienda como lo pueden hacer en internet.
-E-commerce. ¿Qué pasa si vendes en tu ciudad y tienes una tienda en línea? No tienes barreras geográficas. Poco a poco, si ofreces un producto o servicio de nicho, es probable que tu target te busque en Google, te encuentre y te compre. Por ejemplo, los pequeños restaurantes ya tienen Rappi o UberEats.
-Nuevas formas de pago. Si solo aceptas efectivo o tarjeta de crédito, mira otras opciones como Paypal o, si eres muy arriesgado, hasta bitcoin.
-Automatización. Es lo mas difícil porque no hay una persona a la que no le cueste delegar. Si juras y perjuras que una tarea la tiene que hacer un ser humano, a lo mejor te equivocas. Por ejemplo, implementa chatbots que se encarguen del servicio al cliente.
Fuente: http://expansion.mx
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