Retomando un dato curioso de la historia reciente de la tecnología, podemos recordar cuando Samsung y Apple enfrentaron una batalla encarnizada en los tribunales a causa del eventual auge de los dispositivos Android en general, y el que la línea Galaxy S comenzara a posicionarse como una opción competitiva (y más económica) ante los entonces mega populares iPhone 3G y 4.
Esto fue en 2012, en tiempos donde Motorola no revolucionaba la gama media con los Moto G y Moto X, mientras que los fabricantes chinos sólo eran vistos como productores de baratijas white label que servían de regalo de las operadoras móviles o la opción más económica de las tiendas departamentales. Básicamente, fuera de Samsung, el mundo veía a iPhone como el estándar de oro, mientras que el ecosistema Android era bastante irregular y fragmentado. Con imaginar que todavía había en tiendas móviles con teclado y la versión Donut.
Apple decidió demandar a Samsung sobre algo que hoy resulta risible: el diseño del teléfono. Especialmente por el Galaxy S2 y S1. Hoy suena ridículo porque pocos se interesan por tener colores o siquiera un borde. Todo es un rectángulo de vidrio. Pero en esos tiempos importaba.
Este es el S1:
Ninguno de los dos ganará un premio por bonito u original, pero ¿qué tanto copiaban al iPhone más que un teléfono actual que intenta ser el iPhone X al punto de copiar el notch? El 2012 era loco, amigos.
La demanda, horrible y tortuosa, tuvo como consecuencia una serie de locuras como los modelos azules que fueron el estándar del S3 y S3 Mini:
¿Notas ese esfuerzo deliberado de ser un maldito teléfono inteligente pero lo suficientemente raro como para no parecerse en nada al iPhone? El diseño tipo piedra, con todo y un intento de relieve, inspiraría toda una ola de teléfonos Android curvos, en el último respiro del botón físico de menú. De hecho su intento de forma naturalista lo asemeja más a la forma cerámica (en 2007!) del primer iPhone.
Lo que nos ocupa aquí, más que revisar como cambió para siempre la escuela de diseño de Samsung, es que la demanda dejó ver que Apple tuvo varias aproximaciones al diseño del smartphone definitivo. Mientras que siempre está claro que es un rectángulo rectangular con bordes enormes, el iPhone 3G y el iPhone original tenían acabados que deliberadamente intentaban huir de lo pulcro del Moto Razr o lo fino del iPod acrílico o de acero cepillado de esos tiempos, aunque irónicamente el iPhone 4 (y su diseño que trascendió al iPad, iPhone 4S, iPhone 5, iPhone 5S y iPhone SE) tenía una frialdad que compartía mood con las iMac híper serias de la época, además del iPod Nano 4. Y es precisamente este estilo el que se demostró que tenía varias inspiraciones de la mayor víctima de los iPod: Sony.
Según la cobertura de la demanda en 2012, el pleito era por el parecido de los Galaxy con el iPhone 3G y 4, específicamente el último con el S2, Samsung contraatacó afirmando que ambos bebían de Sony, Y fue así como el juicio se liberaron estos documentos, publicados por The Verge:
Hay similitudes claras con el iPhone 4, siendo sorprendente porque son renders del 2006, un año antes del primer iPhone (que luce para nada como estos modelos) y a cuatro generaciones del mejor diseño que ha logrado Apple. Aunque son varias ideas, agrupadas como el prototitpo «P2» si bien hay diferencia entre las imágenes, llama la atención un reverso liso (no glossy) del teléfono que luego sería retomado para el iPhone 5 y el iPad Mini, a nivel material.
Otra de las referencias filtradas, pero como foto de un prototipo, fue otro diseño cuyos ecos no vimos en el iPhone aunque recuerda al iPod Nano cuadrado:
Al final, luego de la cobertura a finales de julio del 2012, Apple refutó que el iPhone 4 se inspiró en el estilo de Sony (piensa en los finos colores negro carbón del Walkman o el típico radio de vigilante, o lo timeless de una Betamax), al mostrar diseños de un protitpo «Purple» que supuestamente se trabajó desde 2005.
Lo único cierto es que una demanda sobre la línea Galaxy se volcó a demostrar que Apple se inspiró en Sony, pero los consumidores descubrimos algo más:
- El diseño curvo de los primeros dos iPhones fue paralelo a los prototipos que acabaron siendo el iPod 4.
- En una primera instancia, hubo acabados más parecidos a las iMacs e iPods de ese tiempo, con ideas que vimos hasta en el iPhone 5c o iPad Mini (especialmente los bordes curvos).
- Tal vez en un esfuerzo por no lanzar un dispositivo cuadrado y brilloso, demasiado parecido a otras líneas de Apple (piensa en la MacBook blanca), se decantaron por los primeros dos iPhone con reversa tipo cerámica.
- El diseño de estos dos modelos, el P2 y el Purple, sobreviven en tiendas con el iPhone SE.
- Los Xperia nunca se vieron tan bien.
***
Sin Comentarios