El internet de las cosas ha estado en constante crecimiento durante la última década, esto debido a la evolución y la alta demanda de los componentes inteligentes que se han estado desarrollando principalmente por empresas como Intel, Google, Microsoft, Cisco que ven como visión un mundo donde la conectividad con el Internet sea más frecuente de ver en cualquier entidad social y se haga una costumbre en nuestras vidas no solo en nuestros dispositivos móviles o portátiles sino en cualquier dispositivo electrónico inteligente, ya que el principal objetivo del IoT es crear dispositivos con sensores, software y conectividad que permitan hacer vinculación con cualquier entorno conectado al internet.
El IoT tiene un sinfín de aplicaciones, ya sea en el hogar, en el sector de la salud, pero donde más pesa ahora es en la industria 4.0 debido al alto nivel de automatización que se están implementando en la misma.
¿Cómo funciona el IoT?
La funcionalidad del sistema del IoT se basa en el intercambio de datos en tiempo real entre sensores y plataformas de software y análisis de datos mediante algunas tecnologías de comunicación como el Wi-Fi, bluetooth, Zigbee, NFC LPWAN entre algunas otras, la recopilación de datos se hace gracias a los sensores que componen cada uno de los dispositivos inteligentes que forman parte de un sistema en específico como podría ser un vehículo Tesla, un Robot industrial, en un entorno industrial 4.0 donde es más común ver aplicada esta metodología del IoT etc., la información retroalimentada será procesada por un centro de datos compartido el cual tomara las acciones correspondientes según sus tareas programadas, donde estas últimas decisiones serán ejecutadas por los actuadores que conforman el sistema a IoT.
Aunque claro, no todo puede ser perfecto, ni siquiera en el mundo de la tecnología, puesto que es un área que trabaja directamente conectada al internet, es más propensa la misma a sufrir ciberataques y hackeos si no se cumple con una rigurosa configuración de protección en los dispositivos conectados donde se guardan datos personales y confidenciales de empresas o instituciones donde se manejan grandes cantidades de datos.
Otro de los riesgos que puede presentarse al implementar tecnologías IoT es la falta de estándares y regulaciones, como es una tecnología nueva que está en constante evolución, no se tiene un pilar con estándares y normas que ayuden a evitar algún tipo de riesgo para el personal o el usuario, teniendo como consecuencia además la fabricación de las herramientas IoT sin estándares internacionales que puedan asegurar la seguridad de los usuarios.
Por último, una gran desventaja para los sistemas IoT o al menos en el sector industrial sería el tema de las actualizaciones constantes que tendrían que tener los dispositivos inteligentes debido al rápido crecimiento que va tomando el área y las nuevas adaptaciones que van surgiendo en el mercado, por otra parte, podrían no recibir actualizaciones los mismos dispositivos y por ende también pueden presentar una amenaza al poder ser más vulnerables a los ataques de seguridad.
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