En una larga investigación para el Telegraph, el periodista Chris Bell se sumergió en el fascinante rompecabezas que ha tenido en vilo a los mejores criptógrafos del mundo durante dos años: Cicada 3301.
Se trata de una serie de pruebas de codificación y cultura general de un grupo o de una persona que tiene recursos para retar sólo a los mejores en el arte del hacking, y, presuntamente, para reclutarlos. Imágenes con uno de cada 100 pixeles intercambiados, que al sumarse forman una url; incursiones en la deepweb, la zona oscura del Internet donde pululan los traficantes de órganos y las organizaciones terroristas; además de numerosos juegos de destreza para profesionales del código que aparecieron por primera vez en un foro de Internet bajo el siguiente mensaje:
Hola. Estamos buscando por individuos altamente inteligentes. Para encontrarlos hemos concebido una prueba. Hay un mensaje oculto en esta imagen. Encuéntralo y te llevará por el camino hacia nosotros. Esperamos con ansias conocer a los pocos que llegarán al final del camino. Buena suerte.
El mensaje estaba firmado por “3301″.
Muchos analistas y criptógrafos profesionales se sintieron tentados, mejor dicho, llamados. El código secreto en la primera imagen llevaba a un url que mostraba a un tierno pato con la leyenda: “Woops! Sólo un señuelo. Parece que no pudiste adivinar cómo sacar el mensaje.”
A partir de entonces, los buscadores de tesoros comenzaron a compartir pistas y se vieron inmersos en referencias a poemas, sitios en la deepweb, numerología maya, filosofía, música clásica, teoría de números, caracteres hexadecimales, ingeniería inversa, números primos, numerosas referencias a las cigarras (cicada), perturbadoramente relacionadas con el imaginario de El silencio de los inocentes, además de pistas físicas dejadas en coordenadas rastreables vía GPS en Varsovia, París, Seattle, Seúl, Arizona, California, Nueva Orléans, Miami, Hawaii y Sydney, las cuales desembocaban inevitablemente en nuevas pistas y nuevos callejones sin salida.
Cuando los buscadores llegaron al misterioso sitio 845145127.com (el cual presentaba un contador que eventualmente llegaría a cero, en forma de cigarra) sabían que estaban cerca del final. El 9 de enero del 2012 a las 5:00 pm GMT, el contador llegó a cero. Algunos creían que se trataba de una complicadísima campaña de relaciones públicas, un juego de realidad aumentada o una convocatoria de la CIA, el MI6, alguna agencia de inteligencia del mundo, e incluso un banco buscando analistas en seguridad y hasta Anonymous. Sin embargo, poco se sabe a ciencia cierta de Cicada 3301, pues, cuando el contador llegó a cero y el sitio llegó a cierto número de visitas, apareció el siguiente mensaje:
“Queremos a los mejores, no a los seguidores.”
En los días siguientes, algunos de los criptógrafos recibieron un correo con más información: contenido que ninguno divulgó después. Se sabe, sin embargo, que se trataba de más pruebas de criptografía avanzada, lo que implica que el maratón virtual por el que habían pasado comunalmente fue sólo una parte del filtro de un extraño proceso de selección de personal.
Unos días después, Cicada publicó el siguiente mensaje en Reddir:
Hola. Hemos encontrado a los individuos que buscábamos. Así que nuestra larga travesía de meses ha llegado a su fin. Por ahora.
Fuente:
pijamasurf.com
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