La promesa de las Raspberry Pi es sencilla: una computadora del tamaño de una pequeña fruta, en lugar de los armatostes que eran hace una década las PCs de escritorio. Al final, la industria masiva se ha decantado por otras formas de computación personal (móviles con Android, laptops ultradelgadas, sticks para ver Netflix en televisiones) pero el encanto de las Raspberry Pi ha dado lugar a ideas interesantes acerca de lo que se puede lograr con un CPU de bajísimo costo y tamaño.
Por ejemplo, el SNES Classic Edition (Supernintendito, para los cuates) básicamente es una Pi con Linux y software de emulación, en una carcasa liviana pero que realmente le queda grande, si acaso por el cablerio para las salidas de los controles.
Asimismo, el ideal de un Raspeberry Pi es retomado por proyectos comerciales como los Intel Stick, que prometen una computadora lista para conectarse a televisión (por HDMI) y puertos de control (teclado y mouse). Su desempeño, al esperarse que funcionen igual que una laptop moderna con Windows 10 o Ubuntu, ha dejado que desear pero este tipo de ideas más bien han encontrado aceptación en cosas como el Chromecast o los Roku, que estarían ofreciendo un dispositivo computacional para usos específicos y de nicho.
Entonces, para todos los creadores e innovadores, les viene de maravilla conocer lo que ofrece la recién anunciada Raspberry Pi 4:
- Un puerto Ethernet
- Dos entradas USB 2.0, ideales para teclado + mouse
- Un conector USB 3.0, muy útil para un disco duro o algo que requiera más velocidad.
- Bluetooth 5.0.
- Wi-Fi 802.11ac compatible con redes 2.4 GHz y 5 GHz, lo común para conectarse a internet.
- Conexión a la luz, por medio de un puerto USB-C.
- Dos puertos micro-HDMI, para conectarse a un monitor o televisión. Las especificaciones técnicas hablan de que sería capaz de alcanzar 40k y 60fps.
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