La respuesta a la primera pregunta es un sí rotundo: en Internet hay muchas oportunidades para emprender. “El volumen de negocio crece a un ritmo del 40%. Es un mercado muy poco maduro en España. Hay espacio de sobra”, asegura José Luis Zimmermann, director general de la Asociación Española de Comercio Electrónico (Aecem).
En cuanto a qué productos ofrecer, se puede vender prácticamente de todo, aunque conviene enfocarse a los mercados menos saturados, de nicho, y en los que no se compita exclusivamente por precio.
La tercera respuesta, fundamental para crear un negocio serio, es que sí debes realizar acciones de márketing. Como en cualquier comercio tradicional, hay que estar en las calles por donde transitan nuestros potenciales clientes. Lo contrario es como montar un comercio en la mejor zona de una ciudad y tener echadas las persianas.
Y en lo que respecta al precio y la ayuda que puedas necesitar para ponerlo en marcha, todo dependerá de las necesidades de tu futura empresa. Pero hay un dato fundamental, con una inversión de 1.000 euros puedes tener un comercio potente. Menos de lo que cuestan unas vacaciones. ¿Hacen falta más argumentos para dar el paso?
Despacio, pero seguros
Como norma general, tanto si hablamos de un emprendedor que parte completamente de cero, como si se trata de un comerciante que quiere ampliar su negocio a través de la venta on line, la primera idea que se debe tener en cuenta es que aquí no hay que empezar a lo grande. Mejor ir poco a poco, probar el producto, el entorno y, a medida que veamos resultados, ir ampliando el proyecto. Hacer más grande el comercio es relativamente fácil. ¿Por qué vamos a asumir mayores riesgos, si no es necesario?
Empezar de cero
Crear un comercio on line es básicamente lo mismo que montar cualquier otra empresa de la nada. Hay que hacer un plan de negocio, analizar el mercado, detectar a los potenciales clientes, desarrollar una estrategia para llegar a ellos, una política de precios… La única diferencia es que “los gastos iniciales son mucho menores, pero para que esto tenga sentido debemos dar un enfoque especializado al proyecto. Tanto para el que tenga una empresa como el emprendedor que parte de cero, nuestra indicación siempre será la especialización. De esta forma entendemos que el proyecto tiene visos de funcionar. Con un producto especializado es más fácil ofrecer una oferta diferenciada y competitiva y más eficaz el márketing. Es uno de los puntos claves y fuertes para competir con los grandes”, explica Pepe Isabal, director de e-tecnia, una empresa especializada en la creación de comercios electrónicos.
Pero no hay que confundir especialización con poner uno o dos productos en la web. “De lo que se trata es de buscar una línea de trabajo en la que podamos ser competitivos por calidad-precio, por servicio, porque podamos disponer del producto de una manera inmediata y sin necesidad de cargarnos de estocaje. Las tiendas virtuales son dinámicas”, añade Pepe Isabal.
La tecnología también es fácil de ampliar sobre la marcha. Por eso, “es mejor equivocarte y tener que aumentar, que invertir en algo que te cuesta miles de euros para nada. Lo más que puede suceder es que si el comercio cosecha más éxito del que has calculado, tengas que migrar a una aplicación de más capacidad, pero eso no es ningún problema. Se puede trasladar toda la infraestructura del comercio a otra aplicación sin ningún riesgo. Es cierto que algunos comercios mueren de éxito o por una demanda superior a la que puede soportar su tecnología; pero en estos casos, si se hace un buen seguimiento del negocio, se puede prever con suficiente tiempo para poder reaccionar”, explica Fernando Torres-Quevedo, desarrollador de proyectos web.
Tu negocio en la red
Para quienes ya tienen un comercio tradicional y buscan en Internet un nuevo canal de ventas, en principio, “deben intentar competir en su sector, pero sin intentar trasladar el comercio al entorno on line. Si tengo una ferretería, sería un error crearla también en el canal on line. Hay que buscar nichos. Por ejemplo, herramientas electrónicas, que son productos identificables. Los clavos, las abrazaderas y ese tipo de artículos de bajo valor no son competitivos. Es mejor escoger un producto que sea identificable y, si no da resultado, cambiar a otro. Como ya tenemos un comercio real, disponemos de existencias y no tendremos un problema de estocaje en el caso de que no funcione”, asegura Pepe Isabal.
“Si queremos invertir poco, es mejor especializarse, ir poco a poco y, una vez tengamos más o menos consolidado el proyecto, añadir otros productos complementarios o crear otro comercio con artículos distintos. El conocimiento se adquiere en un primer proyecto y así el segundo resulta mucho más fácil”, añade el asesor de e-tecnia.
Para este tipo de negocios, el coste de la tecnología dependerá de que tengan un modelo adaptable o no a las aplicaciones estándares. En términos generales, se puede adaptar prácticamente casi todo, por lo que la inversión sería la misma que para quien empieza de cero. Pero hay que tener en cuenta que una pequeña particularidad en el modelo o la lógica del negocio pueden obligarnos a adquirir una aplicación a medida, mucho más costosa.
Fuente:
emprendedores.es
Pilar Alcázar
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