La lluvia de ideas o brainstorming es un proceso creativo en el que se realiza la discusión y comparación de ideas. Durante este tipo de reuniones habla sobre todas las propuestas que se le ocurran a los integrantes del equipo, con el objetivo de solucionar un problema concreto o aplicarlas a un proyecto o trabajo.
El mercado laboral de áreas de marketing, comunicación, publicidad y ventas demanda mucha creatividad. Las dueños de las empresas por otro lado apuestan por innovar sus marcas continuamente y para esto requieren de imaginación constructiva, pensamiento divergente y proactividad.
La creatividad es un factor clave para resolver muchas situaciones que pueden encontrarse en una empresa. Por eso, compartimos cinco ideas vía Kokatu:
Definir el tema a tratar
El brainstorming si bien es una instancia en la que se lanzan todas las ideas sin filtro para resolver un determinado problema o para generar perspectivas con las que encarar un trabajo, debe tener un punto de partida claro, es decir, un tema a tratar bien definido. No es recomendable que se trabaje en diversos temas creativos en una sola junta, por lo que es necesario definir el tiempo, dar un descanso y continuar con otro proyecto. Lo mejor es tratar un tema por la mañana y checar un segundo por la tarde.
Definir el grupo de trabajo
El equipo creativo de cualquier empresa debe estar integrado por perfiles específicos, como expertos relacionados con marketing, ventas o diseño y comunicación audiovisual.
Rodolfo Llinás, uno de los neurocientíficos más importantes del mundo, asegura que la creatividad está relacionada con la capacidad de crítica y que ésta se puede aprender si a uno le enseñan a pensar. Por lo que es necesario capacitar a los empleados en distintos temas relacionados para consolidar esa habilidad.
“Hay que diversificar el grupo, es necesario mezclar todos los talentos con los que se cuenta para nutrir la junta. Si se trata del lanzamiento de un hotel, por ejemplo, será necesario escuchar a administradores, diseñadores gráficos, empleados del sector. Combinar el expertise de los adultos con la creatividad de los jóvenes y se obtendrá un producto más completo”, comenta la experta de Kokatu.com.
Generar un ambiente agradable
Las juntas creativas pueden ser tan bipolares que pueden llegar a ser muy divertidas o un dolor de cabeza, por lo que se debe generar un clima que atraiga e integre al equipo. El respeto y la tolerancia deben ser los dos valores en los que se sostenga el intercambio de ideas y sin que éstas sean invalidadas o juzgadas. Ninguna idea es mala: la solución que menos se espera puede ser la idónea, por lo que es necesario estar abierto; incluso preguntar a alguien externo puede resultar viable.
Motivar la creatividad
Impulsar el flujo creativo de la gente es clave, por lo que se debe generar que los trabajadores quieran participar en estas juntas mediante algún tipo de remuneración, ya sea económica, días libres, entre otros.
“Hay que convertir el lugar donde va a ser la junta en un espacio agradable para crear. Dotar de herramientas y utensilios que permitan generar ideas. Por ejemplo: si un proyecto tiene que ver con una tienda de ropa, hay que tener los productos en la junta, compartirlos con la gente y que trabajen con ellos”, agrega Karina Navarro.
Dar seguimiento y generar retroalimentación
Cuando se estructura una solución, es necesario mantener informados a los trabajadores de cómo evoluciona la propuesta empleada. De esta manera saben que funcionó y qué no, con esto obtienen feedback y pueden generar nuevas ideas en el futuro.
Se puede organizar una junta al finalizar un proyecto donde se revisen las propuestas de los participantes, cómo las tomaron los clientes y qué logros se obtuvieron. Incluso si éstas no funcionaron, hay que comentar con los empleados cuáles fueron los errores y cómo se solucionarán.
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