Los hercios (hz) son la unidad de medida para la frecuencia máxima que puede alcanzar un monitor, a más hercios tenga el monitor mayor será la tasa de refresco (esto es, las veces que se genera una imagen por segundo, siendo medido en milisegundos) por lo que se verá más fluida la imagen.
Para poder aprovechar esta tecnología no es suficiente simplemente con comprar algún monitor con altos hercios, sino que también depende del hardware que tenga tu equipo, sobre todo la CPU y la GPU lo suficientemente potentes para generar y ejecutar las instrucciones.
Idealmente, buscaremos una relación 1:1 en cuanto a fps (frames per second) y tasa de refresco, pero usualmente los frames generados siempre serán distintos a la rasa de refresco, en ocasiones puede afectar negativamente a cómo vemos la imagen y otras no.
Algunos monitores actuales vienen preparados con la tecnología de Adaptative Sync, esta tecnología es similar al VSync que lo que hacen es sincronizar los frames con la tasa de refresco.
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