Cuando piensas en la representación de empresas tecnológicas y emprendedores dentro de la ficción, la primer referencia actual suele ser la serie de HBO, Silicon Valley que toma un enfoque exagerado y casi paródico alrededor de la cultura startupera.

Pero hay otra serie, estrenada casi al mismo tiempo, que toma un enfoque de ficción dramática histórica. Se llama Halt and Catch Fire, y dura cuatro temporadas, las cuales son bastante diferentes entre sí. La trama va sobre cuatro emprendedores, dos mujeres y dos hombres, que a inicios de los ochenta (aunque la trama luego aprendemos que comienza desde finales de los setenta) intentan revolucionar la computadora personal.

El giro es que en lugar de situarse en California, las primeras temporadas narran una historia desde la denominada Silicon Prairie (particularmente Dallas, Texas), cuna de firmas como ATT, Motorola, Nortel y Cisco. Es decir: no todo es San Francisco. La elección era refrescante ya que al momento del estreno (2015), los medios estaban en una especie de saturación alrededor de la cultura de los típicos emprendedores californianos.

La serie, a lo largo de su camino vivió un camino común de las startups: fracasó, estuvo al bordo del peligro, se salvó y volvió a fracasar, antes de encontrar la madurez. La primera temporada tuvo calificaciones regulares por la crítica especializada, debido a un protagonista misterioso: Joe McMillan, un ex empleado de IBM que estaba acostumbrado a los trajes a la medida y autos costosos, llegando a Dallas para reclutar a un ingeniero y embaucar a un empresario local para tener recursos rumbo a reinventar la computadora personal.

Algunos han notado que esta trama tiene similitudes con la fundación de Compaq, y específicamente el desarrollo de la Compaq Portable. Al final, nos damos cuenta que aunque vendas cientos de miles de unidades, tu proyecto puede ser un fracaso.

En el camino para clonar la PC de IBM, Joe forma lazos con el ingeniero Gordon, su esposa (una ingeniera superior, pero dedicada al hogar) Donna, y una programadora talentosa pero desorganizada: Cameron. Estos cuatro, a lo largo de cuatro temporadas, formarán alianzas y enemistades en búsqueda de la grandeza creativa.

Durante la primera temporada nos enteramos que Donna y Gordon habían gastado todos sus ahorros en el desarrollo de otra computadora personal, presentad a finales de los setenta, la cuál fue un fracaso comercial. La Sinfónica, se llamaba. Este hecho, registrado por Joe gracias a la incipiente prensa tecnológica, lo llevó hasta Texas para convencer a Joe de clonar la IBM. Uno de los énfasis de la serie es definir que en un equipo hay varios talentos:

  • Joe, supuestamente, es el genio de las ventas y la promoción. Pero no sabe programar ni usar un cautín.
  • Cameron, es una programadora prodigio que se rehúsa a tener disciplina.
  • Gordon es un maestro del hardware e innovador nato, pero el fracaso de la Sinfónica (su proyecto anterior) lo lleva a una vida depresiva como ingeniero en la empresa local que Joe irrumpe, y convence para producir otra PC.
  • Donna, es ingeniera especialista en hardware pero también una virtuosa de los negocios (como Joe) pero se encuentra estancada por el fracaso anterior, además de con burnout por su vida de madre de dos hija (con Gordon) y un trabajo de medio tiempo como ingeniera de nivel bajo en Texas Instrument.

Estas cuatro personalidades se sabotearan y harán alianzas inesperadas, pero a lo largo de la serie (que abarca 10 años en la trama, pero cuatro temporadas) sus camiones siempre estarán unidos.

Spoiler alert: El plan de Joe en Dallas falla, y junto a Gordon aprende que el éxito económico no lo es todo. Su PC es un éxito pero los dueños de la empresa deciden venderla a una compañía asiática. Mientra Gordon encuentra una nueva vida, sin problemas económicos gracias a la venta, un berrinche de Joe lo lleva a lo que mejor conoce: reinventarse.

Y es así como desde la segunda temporada, la serie cambia de manera radical y muestra como estos cuatro siempre estuvieron al borde de romperla y ser the next big thing. Pero, al igual que cientos, siempre fracasaron.

Para que te piques, te van estas descripciones ligeras por temporada:

  • Primera temporada / La reinvención de la PC contra la innovación de la primera Mac.
  • Segunda temporada / El inicio de los proveedores de internet para consumidores caseros contra la web abierta y las comunidades en línea. Podríamos equipararlo a la creación de AOL o Compuserve.
  • Tercera Temporada / Los cuatro se mudan a California, para conocer el mundo de los inversionistas en San Francisco. Cultura de VC’s y problemas entre fundadores. Las líneas temáticas fueron la creación del primer antivirus, las salas de chat, comercio en linea y el dilema de tener un fundador sin formación de negocios al frente de la empresa.
  • Cuarta temporada / La vida como inversionistas, CEOs y VC’s. Las líneas temáticas son una especie de enfoque Google contra Yahoo, sumado a los primeros videojuegos de autor.

Al final de la serie, ahora sin tanto spoiler, nos damos cuenta que el tema común de cada temporada fue el fracaso. Es así como Halt and Catch Fire es una especie de homenaje a todos los emprendedores que estuvieron a punto de rompera, incluso con ideas similares a quienes sí lo lograron. Pero tal vez estuvieron adelantados, en un lugar geográfico donde no era posible o incluso algo tan contundente como no tener los contactos necesarios.

Puedes ver Halt and Catch Fire en Netflix gringo por medio de un VPN. Ningún servicio de streaming legal en México la está cargando, lo cuál es una lástima.

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