En primer lugar, hay que destacar que lo ideal y lo recomendable en cuanto a sistemas operativos de computadoras y en particular sus actualizaciones, siempre es conveniente esperar más tiempo antes de empezar a utilizarlo.
De igual manera, Microsoft ya había anunciado meses antes de su lanzamiento que Windows 10 seguirá recibiendo soporte hasta el año 2025, así que no hay apuro para realizar la actualización a la nueva versión.
Una de las ventajas principales que encontramos en Windows 11 es que será compatible con la mayoría de las aplicaciones y programas que fueron desarrollados para sistemas operativos más antiguos, lo que permite que estos puedan seguir utilizándose sin problema.
Sin embargo, algunas funcionalidades que se destacaban en Windows 10 se pierden con el nuevo sistema operativo.
Adiós, Skype, hola Teams
Los dispositivos con arquitectura ARM son más económicos, eficientes y gastan menos batería, pero no son soportados por las computadoras de gama media y alta.
Sin embargo, Windows 11 implementa una emulación para estas computadoras, así que juegos y editores de fotos o vídeo que antes no funcionaban con este sistema ahora podrán hacerlo.
Batería baja
Una de sus desventajas encontradas en esta nueva versión Windows 11 es que apunta a consumir más energía que su anterior versión, así que las personas que usan sus laptops verán como la batería se gasta más rápido.
Por otro lado, es cierto que el nuevo sistema operativo tiene el potencial para ser más rápido que Windows 10, con el tiempo podrá ser instalado en tablets y celulares.
En cuanto salió al mercado, los usuarios comenzaron a reportar inconvenientes, principalmente en sus widgets por lo que se recomendó realizar la desactivación hasta que venga la nueva actualización de Windows 11 y se corrijan esos errores.
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