Este servicio se vale de una constelación de pequeños satélites que rodean la Tierra desde la órbita baja para retransmitir una señal de internet.
Esta red global se conecta con sus usuarios a través de antenas e intercambian información de alta frecuencia con estaciones terrestres para ofrecer un servicio con velocidades que oscilan entre los 50 y los 200 Mbps.
Cuando un usuario quiere entrar a una página de internet, la orden viaja de su antena al satélite, y este solicita la información a una estación en la Tierra, misma que obtiene de la infraestructura de Internet. El paquete de datos viaja de vuelta al usuario. Todo el proceso demora fracciones de segundo.
Además de ofrecer señal de internet de menor latencia y mayor ancho de banda, Starlink mejora por mucho la conectividad en áreas remotas o sin acceso a una red tradicional.
Este servicio es útil en regiones de difícil acceso, en donde es complicado instalar la infraestructura necesaria para llevar internet. Por otro lado, en ciudades importantes donde abundan las opciones de proveedores de banda ancha, lo que propone Starlink podría no ser tan atractivo o novedoso.
América Latina es uno de los focos de expansión para la empresa de Elon Musk. En los últimos meses este servicio se ha expandido a Colombia, México, Perú, Chile y algunas ciudades de Brasil.
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